Sueños dentro de sueños


"¿Podríais explicar el mundo de la vigilia mientras estáis soñando?

¿Entonces cómo pretendéis explicar el mundo real que nos espera tras la muerte, mientras estáis viviendo?"

(Carlos Dómine)

Una hoguera ahogada



Soy un sol circunscrito en tu luna

una rúbea llama atrapada en tu hielo

un carbón encendido en tu diamante

un aliento tembloroso en tu cierzo


Un volcán sumergido en tu sima

una hoguera ahogada en tu vacío

un estallido resonando en tu cárcel

una esperanza atada a tu desprecio


Una vida latiendo en tu mortaja

un pájaro perdido entre tus nubes

un rojo diluido en tu blanco

un tambor callado en tu silencio


(Carlos Dómine)

"Algunos esperaremos eternamente en aeropuertos infinitos un avión que nunca llegará" (Carlos Dómine)




Música: Jethro Tull (Jack-A-Lynn: 'Jacqueline')


"Cold aeroplanes, slow boats, warm trains
remind me of Jack-A-Lynn.
Lush hotels and pretty girls
won't cheer the misty mood I'm in.
Silly, sad, I've never had to write this before,
oh, Jack-A-Lynn.

Funny how long nights allow
thoughts of Jack-A-Lynn.
When phantoms tread around my bed
to offer restless dreams they bring.
And it's just the time and place to find
a sad song to play for Jack-A-Lynn.

Magpies that shriek, old boots that leak
call me to Jack-A-Lynn.
Coal-black cats in policeman's hats
nosing where the mice have been.
And the long miaow's beginning now
and I'm far, far from home and Jack-A-Lynn"

(Ian Anderson)


"Benditos"


Benditos los que habéis sufrido injustamente, porque sólo vosotros habéis sentido el amor

Benditos los que habéis oído el silencio de Dios, porque sólo vosotros sabéis que estáis solos y nunca dejaréis solos a nadie

Benditos los que no habéis sentido sobre vosotros la piedad, porque sólo vosotros podréis ser piadosos

Benditos los olvidados, porque no olvidaréis

Benditos los oprimidos, porque nunca oprimiréis

Benditos los que creísteis, porque ya sólo creeréis en vosotros

Benditos los inocentes, porque veréis la inocencia en los demás

Benditos los enfermos, porque sólo vosotros sabréis curar

Benditos los engañados, porque nunca podréis engañar

Benditos los que perdonasteis, porque sólo vosotros recibiréis el perdón

Benditos los que amasteis, porque nunca sabréis odiar


Benditos los agotados,

porque nunca agotaréis vuestro amor


(Carlos Dómine)